Rafael Ochoa
Las Casas Baratas nacen como ley en las Cortes el 12 de junio de 1911 (promovida por el instituto de Reformas Sociales en el año 1907). El objetivo es ofrecer vivienda social asequible a trabajadores y empleados modestos bajo el reinado de Alfonso XIII, aunque veo que no ha cambiado mucho el problema social después de más de un siglo. Barcelona, en los años 20, recibe un alto flujo inmigrante de trabajadores españoles debido a las grandes obras como el metro y la Exposición Universal de 1929 de Barcelona. El Ajuntament realizó 4 proyectos de barrios de vivienda social como son: “Baró de Viver”, “Milans del Bosch” (Bon Pastor), “Eduard Aunós” (Las Casas Baratas) y “Ramón Albó” (Can Peguera), que quedaron poco conectados al transporte público para ir al centro de la ciudad. Fue en 1939 cuando se dio conexión a nuestro barrio mediante el famoso “48”.
Las Casas Baratas del “Prat Vermell”, o de “Casa Antúnez”, o de “Francisco Ferrer i Guardia” (nombre que tuvo durante la República), eran viviendas muy pequeñas de apenas 50 metros cuadrados construidos, lo que provocaba que con tan poco espacio las personas hicieran mucha vida social en la calle. La primera piedra se puso en el año 1928 por el ministro de Trabajo Eduardo Aunós para dar solución y retirar a los 6.000 barraquistas de Barcelona contabilizados por aquellas fechas.
Los habitantes de las “Casas Baratas” de nuestro barrio, junto con trabajadores del Prat Vermell, se organizaron para mejorar la sociedad allá por los años 30 hasta entrados en la Guerra Civil. Luego vinieron las represiones y exilios a los que fueron sometidos. Pere López Sánchez, autor del libro de Rastros de rostros en un prado rojo (y negro), comenta: “Su legado fue el Ateneo Cultural de Defensa Obrera, el compromiso con la Organización Sanitaria Obrera, la larga huelga de alquileres, las luchas en la fábrica del Prat Vermell, en las Arenas, en la Alena, en la Rivière. Las colectivizaciones: la Agrícola, en Abastos, en la Administración Popular Urbana. Todo se fue al traste con la dictadura”.
Las Casas Baratas eran viviendas muy pequeñas de apenas 50 metros cuadrados, y con tan poco espacio las personas hacían mucha vida social en la calle
Las “Casas Baratas” han dado origen a otros libros… Uno de ellos titulado Donde la ciudad cambia su nombre, de Francisco Candel, famoso pero desafortunado libro que causó mucha polémica por un error de bulto del autor.
Entreviendo por las brumas de los recuerdos de la infancia por los años 60, me viene a la mente cuando mi madre me llevaba a la telefónica que había allí, compraba unas fichas color cobre con unas ranuras, y la operadora pinchaba las conexiones para que desde una cabina pudiera hablar con su familia. Cerca de allí estaba el doctor José Mas Sivera, médico privado que atendía gratis a algunas personas necesitadas o cobraba poco. También el mercado que había en la calle nº 4 en el cual vendían de todo, recuerdo mucha luz en las calles, alegría y movimiento.
La fotografía que os muestro es del año 1929, casi terminadas las obras, y los nombres de las calles son de la nomenclatura del año 1987. Les he añadido el número que tenían antes de la Guerra Civil, cuando se las conocía de forma numérica. Hoy día se conservan casi todos los nombres de estas calles, y ha sido un placer para mí el colocarle el nombre y el número a la imagen. Agradezco la colaboración de Abdó Florencio y Juan Siguenza (ambos nacidos allí), en los detalles aportados para hacer la numeración.
Este artículo pretende ser una pequeñísima conmemoración a sus habitantes pasados, a los presentes que viven todavía allí o repartidos por la geografía, y a los futuros. Que sepan que su barrio tuvo mucha historia, historia de trabajadores y luchadores venidos de España a trabajar y que lucharon por mejorar la sociedad que les envolvía para mejorar con ello la de sus descendientes. Sería interesante que tomaran nota los jóvenes, pues el “Prat Vermell” tiene mucho futuro por delante, según participéis, según tendréis.
