Un espacio patrocinado por AQ Acentor, promotor de AQ Urban Fira
En el marco del ciclo de entrevistas para conversar sobre el Prat Vermell, conversamos con Tomás López Amat, diseñador de los pisos piloto del edificio Londres, un proyecto que destaca por sus características arquitectónicas y sostenibles.
Te formaste en la Escuela de diseño EINA y entre los muchos proyectos en los que has colaborado, destaca Cafés El Magnífico y Sans & Sans, dos negocios muy reconocidos en Barcelona.
Sí, fue una colaboración de unos diez años aproximadamente, en los que iniciamos, primero, un proyecto de un espacio en la Avenida Diagonal, y más adelante, abarcamos otros aspectos como el diseño y la identidad corporativa de la empresa, con sus diferentes marcas. Igualmente les diseñamos un local en el Borne.
También hay ciertos locales comerciales elaborados por nuestra marca que por desgracia ya no existen. Al final el mundo comercial es cambiante y debemos crear espacios que perduren un determinado tiempo. ¡Ha sido una etapa muy interesante!
Has trabajado en el diseño de una variedad amplia de proyectos, ¿Hay alguno que tu destaques, especialmente?
A nivel personal, justamente me satisface esa variedad. La capacidad de mirar diferentes ámbitos del diseño desde una óptica que te “obliga” prácticamente a empezar como de cero cada proyecto; a entender la casuística y la dificultad de los objetivos en cada trabajo. Tocamos encargos para espacios residenciales, comerciales (como tiendas) y hasta construcciones efímeras, como los chiringuitos para ferias.
No nos encasillamos en una única tipología de proyectos. Nos gusta mucho desarrollar los espacios interiores y exteriores, la iluminación, por ejemplo. No somos diseñadores de iluminación específicamente, pero es un aspecto que desarrollamos casi como si lo fuésemos. La idea es trabajar desde un abanico muy amplio de habilidades y de capacidades vistas como algo holístico, es lo que nos mueve y lo que nos motiva.
Hace poco hicimos un proyecto muy interesante, de la mano de TINESI (Barcelona), una consultora de movilidad. El ayuntamiento de Las Palmas necesitaba crear unas estrategias para reconfigurar una rambla que desde hacía años era un espacio peatonalizado, y por la que ahora tenía que pasar una nueva línea de bus eléctrico.
La cuestión era cómo hacer para que la cadencia de cada 2-3 minutos del paso de un tranvía o un bus eléctrico no supusiese un problema de seguridad.
Eran tres manzanas en las que establecimos unas estrategias de iluminación, de alertas sonoras, de ubicación estratégica del mobiliario, jardineras, etcétera. Ahí, por ejemplo, tratamos un aspecto que nunca habíamos tratado, que es el espacio urbano desde la visión a escala doméstica, profundizamos en un campo nuevo para nosotros desde el ejercicio profesional, y eso fue muy bonito, por ejemplo.
Ahora aprovechamos toda esa experiencia que tienes en diseño para traerla al terreno cotidiano. Qué criterios debemos tener en cuenta a la hora de estar más cómodos y sentirnos mejor en casa. ¿Qué podemos mejorar de forma fácil y barata?
Así, a priori, yo te plantearía tres aspectos que quizás son muy sutiles a la hora de desarrollarlos, pero que, aunque no lo parezca, inciden de manera importante en nuestro bienestar en casa, en nuestro espacio doméstico. Uno, y para mí el principal, es la iluminación, la calidad que tenga. Debemos observar si las bombillas o los aparatos de luz LED tienen una onda de 3000 grados kelvin, que es lo que ahora está priorizando la industria del LED; la normalizan como una luz cálida, y para mí no lo es.
En realidad, la luz cálida yo la entiendo como aquella que nos daba la luz incandescente antiguamente, con un nivel de calor y color de luz de 2.700 grados kelvin. Entonces, sólo esa diferencia de vigilar que la bombilla o el aparato, el aplique, el foco, lo que sea que vaya colocado, sea de 2.700 grados kelvin, que los hay en LED, nos va a ayudar a crear una atmósfera un poco más agradable.
Cuidar la iluminación, de acuerdo.
Sí, otro aspecto sutil y también fácil de cuidar es la acústica. Colocar una alfombra, una cortina… son materiales absorbentes y ayudan a la acústica, a que la voz, las pisadas o el sonido no reverberen tanto. Eso también nos ayudará a estar más relajados.
Y el tercer…
Los materiales con los que recubrimos los espacios; dependiendo de la composición química que tengan, pueden crear, o no, una atmósfera que no sea saludable. Por ejemplo, las pinturas. Cuando hacemos una reforma o pintamos una habitación, hay que vigilar que la pintura que aplicamos, aparte de que sean ecológicas, por su impacto en el planeta, tener presente que nos impactan también a nosotros en nuestra propia atmósfera.
Tienen elementos que, aunque no sean visibles, son volátiles y quedan en el espacio durante mucho tiempo. Quien dice pinturas dice barnices para maderas. Entonces, conviene vigilar los recubrimientos que utilizamos nosotros mismos para pintar una habitación: que sean pinturas al agua, que no sean nocivas y que sean lo más saludables para el cuerpo humano.
Hablemos del color, es un gran dilema e incluso provoca discusión entre las parejas ¿Le ponemos color a las paredes o las dejamos en blanco?
Encontrarás muchas teorías. Pero yo entiendo que nuestra casa es nuestro refugio. En la calle, en una tienda, en un lugar que visitamos puntualmente, puede ser necesario utilizar un color más impactante porque buscamos otro tipo de objetivos: vender un producto, que la experiencia del usuario sea diferente…
Pero en nuestra casa buscamos más bien el efecto contrario; como diseñador me planteo el objetivo de cubrir la necesidad de que las persones se sientan tranquilas, relajadas, que se puedan sentir en un hogar. Y el color también ayuda a esa sensación de relax.
Ahora bien, eso no quita que a veces, por ejemplo, en algunos lugares puntuales de una casa, puedas utilizar un color específico; una pared de la habitación puede evocar un color natural, y de alguna manera le da cierta vibración al espacio.
Última para nuestros oyentes ¿cómo nos planteamos una decoración de o escoger el mobiliario de casa con un presupuesto accesible? ¿Qué consejos nos das?
Cuando nos planteamos cómo modificar el carácter de una vivienda de una manera más o menos económica y ágil, el mobiliario es un aspecto súper importante. Es interesante saber combinar diferentes estrategias. Quizás en ocasiones tenemos la tendencia de buscar un sofá muy grande y eso va en contra de la disposición de espacio que tiene la casa.
Quizás sería más interesante, y económicamente más asequible, buscar unas piezas un poco más compactas e incluso hacer piezas separadas, por ejemplo, crear espacios más fluidos, y no poner o implantar un sofá de estos que hacen esquina en L, por ejemplo, ya que el sofá es un elemento de los más importantes en casa a nivel de volumen.
Si tú eres capaz de leer que en ese espacio a lo mejor hay que ir a una pieza principal más reducida y la acompañas de dos o tres piezas más económicas pues eso también es una estrategia posible, desde el punto de vista de ganar espacio y de hacerlo económico.
Estamos aprovechando tu conocimiento y tu trayectoria con la excusa de hablar sobre la urbanización del Prat Vermell, casi un nuevo barrio en Barcelona. Comentábamos al inicio los pisos pilotos del edificio Londres en que participas como diseñador, qué criterios has seguido aquí y qué destacarías, ¿qué características y cualidades tiene este proyecto?
Fue un proyecto atípico en el sentido de que teníamos como objetivo crear un ambiente y una atmosfera de manera previa al futuro edificio, para poder facilitar un poco la labor comercial. Además, participamos en la definición de la arquitectura interior de los espacios. Una cosa es el diseño interior, que aborda la parte del aspecto, las texturas de las superficies del edificio, pero aquí fuimos más allá y, de la mano de los promotores y de los arquitectos la distribución estudiamos la flexibilidad de los esquemas de las viviendas.
Es decir, allí hay planteadas viviendas de uno, dos, tres y cuatro dormitorios pues cómo hacer que, de cara a los futuros usuarios, se pudiese definir si la cocina iba a ser abierta, si la habitación que quedaba contigua a la sala de estar podía recoger estos nuevos usos que la pandemia nos ha traído, es decir, el trabajar en casa o alojar a alguien. Pero de una manera más flexible, que estas habitaciones contiguas se pudiesen integrar a la sala de estar mediante elementos móviles, translúcidos o transparentes.
Lo mismo pasaba con la cocina, un espacio en que los imaginarios han ido cambiando mucho durante estos últimos tiempos: debe ser un espacio más abierto o más cerrado… todos sabemos que es un espacio como muy de familia, muy social, muy de vínculo. Entonces, cómo hemos podido trabajar y plantear alternativas a todos estos aspectos, de la mano del promotor de AQ Acentor, ha sido muy interesante.
Hemos hablado del edificio Londres, pero qué mirada tienes sobre el conjunto del Prat Vermell; precisamente es un trozo urbano que incorpora las necesidades de las que hemos sido conscientes estos últimos años, no solo las familias en casa, sino también las ciudades en su espacio público.
Sí, he tenido la suerte de participar desde el primer momento de todo el proyecto: vi el derribo de las naves y empecé a trabajar cuando todavía estaba todo por hacer. Ha sido una suerte estar al tanto de las estrategias que se han aplicado a nivel de arquitectura, de ciudad, de barrio; ahora toda esta promoción está prácticamente definida a nivel de construcción.
Fue interesante ver cómo se pudo plantear balcones más profundos, por ejemplo, para atender las necesidades que aparecieron después de lo que todos sufrimos durante la pandemia. Hemos repensado la vida en familia, la vida laboral… Y ha sido algo que, lógicamente, también ha impactado en cómo se ha desarrollado este proyecto.
Además, el edificio Londres, como todos los que hay en esa manzana, tienen la idea de aplicar estrategias más ecológicas y sostenibles. Por suerte, los arquitectos vinculados a todos estos edificios son personas muy afines a estos planteamientos.
Podeu escoltar aquí l’entrevista emesa a La Marina FM 102.5
