Les històries sovint es construeixen a partir de veus que, en el seu moment, semblaven condemnades al silenci. El peso. Historia de un poema. De enanos contra gigantes és una crònica que recull la lluita, la poesia i la memòria d’aquells que viuen als marges de la ciutat. Escrit per Jesús Martínez i publicat per l’editorial Comba, aquest relat aprofundeix en la trajectòria de Florin i Marcos, dos homes que van compartir carrers, versos i destins incerts.
Aquest avenç editorial presenta un fragment de l’obra en la seva llengua original, el castellà, mantenint la fidelitat a la veu de l’autor i dels seus protagonistes.
De esta edición
La crónica El peso. Historia de un poema. De enanos contra gigantes fue escrita en el 2016, en el último medio año del 2016.
Hacía poco que había muerto el enano Florin, asesinado.
En la noche del domingo de Resurrección al lunes de Pascua del 2016, expiró el enano Florin.
Los mendigos, los vagabundos, los nadie de Barcelona despidieron a Florin. Le rezaron en una misa que se ofició en su honor el domingo siguiente de su fallecimiento, el domingo 3 de abril.
Todos los sintecho, los amigos de la calle, son enanos amigos. También nosotros somos enanos, aunque nos creamos gigantes ricos. Los gigantes ricos se ríen de los enanos, pero, al final, les acaba pasando factura tanta soberbia.
«Quan es crea afecte en els altres es nota de seguida perquè arriba la tristesa», dejó caer el cura de la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor, en Ciutat Vella. También le dijo a ReporteroJesús: «¿Tú sabes lo que estás haciendo? Tú estás enterrando a este chico».
El enano Marcos, amigo del enano Florin, leía poemas en la calle.
El acuerdo al que ReporteroJesús llegó fue el siguiente: el enano Marcos le contaría su vida: él contaría su propia vida (este reportero tendría libertad para escribir los encuentros, sin reparos). Por el contrario, voluntarios, activistas, gente sin hogar… desnudarían el alma de un Florin tan sonriente y jovial como una noria de feria.
Todos ellos le hablarían a este reportero con un nudo en la garganta.
Así que, intercalados con los capítulos del enano Marcos (Enano Marcos / del 1 al 64), los capítulos del enano Florin (Enano Florin / del 1 al 58).
El poema «El peso» fue escrito en un arrebato.
El enano Marcos, que es gigante pese a ser enano, se lo dedicó a su amigo Florin: «El peso peregrino de la mañana / llegó, alto y silencioso, / a tu cabeza dormitada».
La crónica El peso, de Jesús Martínez, que recoge el poema del mismo nombre, nunca fue publicada porque el enano Marcos recayó en las drogas.
Volvió a hundirse.
Así que el enano Marcos resbaló de nuevo.
Meses antes había dicho: «No he nacido para perder. No tengo un perdedor en mi pecho. Y como no tengo un perdedor en mi pecho, tengo un pequeño guerrero. Y ahora es un gran guerrero».
Llevaba unos meses acompañado de su amigo Andrew, joven norteamericano que, en algún momento de su pasado, estuvo a punto de ser otro enano Marcos, otro enano Florin.
Un día, el enano Marcos se encaró con este reportero: «Me has dejado como un yonqui».
Otro día, pasado de vueltas, le pidió dinero.
Otro día, se presentó en el trabajo de ReporteroJesús: que si esto, que si lo otro, que si a mí no me dan…
Entonces, se perdió.
Se esfumó.
Y El peso. Historia de un poema. De enanos contra gigantes se guardó en una carpeta del disco duro titulada: «Libro El peso».
PRÓLOGO A MODO DE ESPERANZA
Una de las manifestaciones más grandes del ser humano es, para mí, la solidaridad. El sentido de aquello que llaman amor, cariño, sentido de ayudar, poner en marcha la maquinaria de la utopía. El ser humano, si no encuentra el camino de la fraternidad, está irremediablemente perdido, sin futuro ni alegría de compartir. Como diría el cantautor Luis Pastor: «Con tu puedo y mi quiero…».
