Rafael Ochoa
Una gigantesca ola de 2.800 metros de altura avanza inexorablemente amenazando a nuestro barrio a una velocidad de 40 metros por segundo. No es una publicación Orweliana de la guerra de los mundos, es un reclamo visual sensacionalista para llamar la atención del lector (que esté todo el mundo tranquilo). El terremoto que ha sacudió Turquia y Siria el 6 de febrero con más de 50.000 muertos es un desastre natural. Los desastres naturales no avisan y si avisan suelen ser tarde. Me ha llamado la atención la cantidad de constructores que el gobierno Turco ha detenido responsabilizandolos de sus construcciones. Estos, a su vez, han responsabilizado al gobierno de la violación de las normas de construcción y a las sucesivas amnistías a edificios levantados sin licencia. El resultado entre unos y otros está a la vista… ¡muerte y desolación!, pagando siempre los más desfavorecidos.
Nuestro barrio es una zona costera próxima al puerto que puede ser amenazado por un terremoto, un tsunami o una gran fuga tóxica, de los planes de emergencia y protección civil de acción inmediata se encarga el Ajuntament y la Generalitat, interesandome en ello para saber como estamos protegidos, encuentro:
El Ajuntament: Se puede encontrar información por internet en el plan de emergencias de Bombers de Barcelona, donde se cordina a los bomberos, Mossos d’Esquadra, guardia Urbana y emergencias médicas, con el modelo 112, con muchas normativas, siglas, etc. Intento entrar en los Plans d’Actuació d’Emergència Municipal (PAM) con código de usuario y me sale el desglose pero nada de contenido (se ve que falla), por lo que no puedo añadir nada.
La Generalitat: Entrando en el Mapa de Protección Civil de Catalunya observo en el mapa que hay varias zonas con riesgo químico en el puerto y varias sirenas de aviso indicando su alcance sonoro; la más cercana en mitad del Morrot, y no se enteraría nadie en el barrio en caso de que se activara. También se observa que no hay asociación de voluntarios de Protección Civil según el mapa – si que hay en cambio en L’Hospitalet – solicito información de los planes de emergencia y protección civil para la zona y me contestan desde el Departament d’Interior de la Generalitat, el cual resumo: está el plan (PAU) que contempla las emergencias posibles en la actividad, la organización interna de los recursos de la actividad para gestionar dichas emergencias, su coordinación con el 112 y con Protección Civil. Se dispone de planes especiales de emergencia, entre otros, de inundaciones (INUNCAT) y de riesgo químico (PLASEQCAT) para que a nivel municipal se puedan planificar con antelación las actuaciones. Esta planificación de detalle a nivel municipal se lleva a cabo a través de la figura de los Planes de Actuación Municipal (PAM). El municipio de Barcelona dispone del PAM por riesgo de inundaciones y del PAM por riesgo químico en establecimientos industriales, los cuales están vigentes y homologados por la Comisión de Protección Civil de Catalunya en octubre del 2022. En el marco de la gestión de la emergencia, dichos planes prevén también medidas de protección a la población, como son el confinamiento y la evacuación. El confinamiento es la medida a adoptar de forma general, mientras que la evacuación se utiliza únicamente en determinadas circunstancias. Con el fin de llevar a cabo el aviso a la población en caso de emergencia, la zona del puerto de Barcelona dispone de sirenas de aviso a la población, cuyo uso está asociado principalmente a emergencias de tipo químico.
Conclusión: Bueno… uno se queda tranquilo con tanta normativa, al menos escrita está, otra cosa es que haya los recursos para llevarlas a cabo y las alertas bien definidas en la práctica. En el barrio, un gran terremoto es muy improbable pues no es zona sísmica – espero que los edificios se hayan construido atendiendo a la normativa, no como en Turquia – un tsunami, tampoco. En el Meditarreo, según la UNESCO, hay 2 zonas propensas que son Turquia y Grecia, también Chipiona que está en el Atlantico – es el único municipio de España en que se prepara a su población gracias a las medidas que tomó su ayuntamiento – por lo que podemos estar tranquilos. Un riesgo tóxico pudiera ser que sí, ahora bien, cuando ocurre, ya es tarde si no se ha planificado el adiestramiento de la población, por lo que sería bueno que se revisaran estos planes de Protección Civil ante desastres naturales y químicos, entrenando a la población e informando del proceso a seguir en cada uno de los tres casos, porque ¡prevenir es curar!