JUAN BIBIÁN |
Lo más destacable de este tercer encuentro entre Jess (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy), no reside en sus largo diálogos o en sus también largos planos secuencia en forma de travellings frontales , sino en la verdad de su interpretación.
El guión escrito a 6 manos : Linklater , el director de la serie y sus dos protagonistas, nos lleva esta vez al Peloponeso y cual tragedia griega nos muestra el deterioro de esa pareja que conocimos 20 años antes, cuando ambos coincidieron en un tren camino de Viena en “Antes del amanecer” ,donde surgió el flechazo.
Mas tarde en el 2004 en París, llegaría el nuevo encuentro en “Antes del atardecer”, consolidando aquella primera relación vienesa.
Ahora nos llega esta tercera entrega en los tiempos actuales, ambos en la cuarentena, de vacaciones, con dos hijas mellizas y el hijo del anterior matrimonio de él que ha pasado unos dias con ellos.
Más oscura que las anteriores, baste la frase pronunciada por ella : “ Encontrar el amor es fácil, mantenerlo es lo difícil” y como esta mil frases mas , ya que los diálogos cubren la totalidad del metraje.
La primera vez es lo que pudo ser, ellos con 20 años. La segunda lo que les hubiera gustado que fuera, ya con 30 y la tercera lo que ha sido, cumpliendo ya los 40.
El tiempo ha dejado huella en sus rostros, en sus cuerpos, en sus sentimientos. A olvidado parte de sus ilusiones y sus sueños de juventud .
Linklater asegura, que cuando escribían el guión lo que no era aceptado por uno de los tres no se incluía .
El último tercio en el hotel es lo mejor de la función. La comedia romántica de las otras entregas se nos torna drama , con sus exigencias , los deseos no cumplidos y las obligaciones .
Solo al final, en la idílica terraza del bar del Hotel hay un movimiento de cámara . Parece que todo acaba bien. La cámara se aleja de ellos, después de reconciliarse, como si respetase su intimidad. Lo han dado todo en esa secuencia magistral, toda emoción, toda verdad.
