Ingredientes:
- 1 kilo de harina
- 60 gr. de manteca (temperatura ambiente)
- 5 ml. de esencia de vainilla
- 450 ml. de agua tibia
- 20 gr. de sal
- 15 gr. de levadura prensada o 5 gr. de levadura seca de panadero
- Aceite para freír
- Azúcar
Proceso de elaboración:
Colocamos en un bol la harina cernida junto con la manteca a temperatura ambiente y mezclamos muy bien.
A continuación, amasamos la mezcla con la punta de los dedos y agregamos poco a poco agua y sal. Continuamos amasando hasta formar un bollo. Tened en cuenta que la clave está en seguir amasando enérgicamente hasta que la masa empiece a formar ampollas en la superficie.
Dejaremos reposar la masa durante 1 hora. Cuando haya pasado el tiempo de reposo, empezaremos a cortar pequeños bollos y a achatarlos con la palma de la mano. Finalmente, las pinchamos con un tenedor.
En el aceite caliente, freímos las tortas por ambos lados hasta que estén doradas. Las retiramos y dejamos sobre un papel para que escurran el exceso de grasa.
Como toque final, las espolvoreamos con azúcar. Pero, si las preferís con un toque salado, podéis acompañarlas con mostaza o con queso mozzarella. Eso sí, recomiendo que las toméis recién hechas cuando aún están calientes.
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