El Paseo de la Zona Franca fue construido a principios del siglo XX, llamándose entonces Paseo de la Industria, también se llamó Paseo del Puerto Franco a lo largo de su historia; fue necesario construirlo para crear un eje viario que comunicara con las industrias que entonces empezaban a emerger, no hace falta recordar la importancia que tiene incluso actualmente.
Todos los cambios que se han realizado son importantes por la cantidad de transito que circula. En la fecha que escribo este artículo, 9 de noviembre, empiezan las obras de implementación de los 2 carriles bicis en el Paseo de la Zona Franca. Está previsto que finalicen en Enero del 2021, con un recorrido de 1,8 km en una dirección y otro tanto en la otra. ¿Conseguirá conectar este carril bici con el resto de carriles bicis de la ciudad?
Considero muy necesarios todos los cambios que se hagan con respecto a reducir la contaminación atmosférica, siempre y cuando mejoren la situación actual, porque visto el proyecto también es posible que ocurra lo contario. Es decir que todo lo relativo a la contaminación empeore.
Lo lógico y deseable es que los vecinos hubiéramos podido opinar sobre la principal vía que tenemos en el barrio, mediante un proceso participativo. O al menos una encuesta, vamos, democracia participativa, al estilo de lo que se hizo en la avenida Diagonal. Pues no, se ha decidido la vía de la imposición. En la Taula de Mobilitat los técnicos se limitaron a informar sin posibilidad de incluir ninguna sugerencia ni modificación. Cosa que no debería ser así dado el supuesto corte progresista de nuestros gobernantes actuales.
Analizando esquemáticamente los datos y la información que ha publicado el Ayuntamiento, e intentando hacerme una idea del proyecto, personalmente no me convence, ojalá me equivoque. Aporto dos imágenes. La de la parte superior refleja los trazados de los carriles bicis, de color rojo, pegados a las aceras. Irá bien para el que baje o suba en bici y quiera girar a su derecha, perfecto. Pero quien gire a la izquierda entiendo que tendrá que invadir el carril bus y el de vehículos o llegar al próximo cruce y esperar. Cosa que dudo que hagan todos.
Des de mi apreciación personal, preocupa la posición del vecino que baja la basura o coge el autobús (color amarillo), porque tendrá que cruzar el carril bici (color rojo) con el consiguiente peligro del paso de bicicletas y patines, y el riesgo de hacerse daño. Otro aspecto igualmente preocupante es el hecho de reducir un carril de tránsito de vehículos (color verde) en cada dirección: mar o plaza Cerdà. Es decir, más atascos y más polución en el aire. Ya veremos qué actitud asumen los conductores de vehículos motorizados y si van a cambiar a bicicleta o patinete porque sí. O si únicamente se desviaran congestionando otras vías. Queda también en el aire cómo se las apañaran las ambulancias, bomberos y coches de servicios públicos que diariamente transitan por esta vía, ¿tendrán que esperar también?
Resulta chocante y difícil de entender que, existiendo otra alternativa en la que se resuelven muchas de las incógnitas e inconvenientes que plantea el proyecto actual, se haya optado por esta opción. Tal como se visualiza en la imagen de la parte inferior, la opción del carril bici por el centro resulta mucho más práctica. Permitiría dos carriles bicis en el centro (palmeras fuera por supuesto), dos carriles de tránsito de vehículos en cada dirección y los carriles bus, sin riesgos innecesarios para el peatón. Considero que con tantas obras nuevas que últimamente se han hecho en el barrio, no habría ido nada mal un poco de dinero para hacer bien este proyecto, tan importante para los que vivimos aquí. Pienso yo que hacer las cosas bien a la primera te ahorra hacerlas dos veces o empezar a poner parches que nunca acaban de arreglar nada, como frecuentemente hace la administración.