Soy una vecina de este barrio. El pasado día 7 de octubre, alrededor de las 22:40 H, cuando cruzaba un paso peatonal con semáforo en verde para los peatones y rojo para los vehículos, en el Paseo de las Zona Franca (en el cruce C/Minería-Ctra. del Prat, y en el tramo que va desde la altura del estanco dirección gasolinera), antes de alcanzar la mediana, fui brutalmente atropellada por un vehículo. Arrancó y tirándoseme encima me rompió la pierna izquierda. Aceleró de nuevo y me lanzó hacia atrás cayendo de espaldas sobre el asfalto produciéndome contusiones generales y una gran brecha en la cabeza de la que brotaba abundante cantidad de sangre. Acto seguido, huyó a toda velocidad dejándome tirada, inmóvil, en el suelo.
Luego llegaron varios transeúntes. Una señora se situó detrás de mí y me ayudó a presionar la herida de la cabeza para contener la hemorragia. Mientras unos jóvenes llamaban a la ambulancia y Guardia Urbana, cuya rápida comparecencia en el lugar y eficaz actuación merece todas mis alabanzas y respeto.
Ingresé de urgencias y tras enyesarme primero y operarme la pierna después por fractura con hundimiento del plato tibial, me dieron el alta hospitalaria el día 28, y me quitaron los puntos el día 8 del presente mes de noviembre. Deberé seguir sin poner el pie en el suelo unos dos o tres meses y la curación será lenta y con posteriores y serias secuelas.
He deseado exponer en estas líneas mi experiencia, para que sirva como denuncia a esos conductores que actúan agresivamente y con completo desprecio de las normas de circulación y de la vida de los demás. Pero muy especialmente para expresar mi más efusivo agradecimiento a la ejemplar colaboración de la ciudadanía, a esa gente honrada que gracias a Dios aún existe, que me ayudaron en estos momentos ofreciéndome toda su incondicional ayuda, socorriéndome y llamando a los medios policiales ante los cuales testificaron facilitando la matrícula del vehículo y la veracidad de los hechos.