De los pescadores legendarios de las Casas Baratas

La vida de Nicomedes Sigüenza

Nuestro litoral costero abarcaba desde la playa de Can Tunis, pasando por la playa de l’Hospitalet de Llobregat y hasta llegar al faro del Llobregat (La Farola). A finales del siglo XIX y principios del XX, en la franja de tierra costera, había fábricas, balnearios, astilleros, masías y hasta un hipódromo. Era una costa poblada por barrios de agricultores y pescadores que vivían de la tierra y el mar.

Juan López Sigüenza y José Sigüenza, hijos de las Casas Baratas, son pescadores y nietos de Nicomedes Sigüenza García, también pescador, muy conocido en los años 30 y 40 en las Casas Baratas y en Can Tunis. Hablamos con ellos sobre sus vivencias y con el objetivo de aportar testimonios que enriquezcan la memoria histórica popular del nuestro barrio, pero también en homenaje a su abuelo.

Juan y José ¿Cómo era vuestro abuelo?

Nuestro abuelo era pescador y cazador, muy joven vino de Logroño y se estableció en un barrio ubicado junto al faro del Llobregat, a orillas del mar. Allí nacieron alguno de sus 4 hijos, luego tendría 9 nietos y hasta un tataranieto que tuvo tiempo a conocer.

Entonces la zona aún tenía merenderos y el mar no había llegado al faro, ya que la línea marítima se encontraba a unos 200 metros. También había un farero, muy amigo de nuestro abuelo, de apellido Medina, y que tenía un bar a los pies del faro. Ambos solían ir a pescar juntos. Sin embrago, la subida del nivel del mar provocó que muchos vecinos y vecinas tuvieran que marchar, y el barrio desapareció. Después, nuestro abuelo se estableció en una casa de la calle Conesa nº 4 de las Casas Baratas. Desde allí siguió pescando, y partía todos los días en sus barcas.

¿Qué recuerdos guardáis de la niñez?

Con el abuelo íbamos a pescar la sepia en “la playa Negra de Can Tunis”. Era una pesca muy curiosa. Procurábamos coger las sepias hembras para amarrarlas al salabre, y así los machos acudían prestos al olor que desprendían. Buceábamos, pescábamos y luego lo vendíamos en una parada al final del paseo. Los mejillones “a duro el bote”, los entregábamos en una lata, así como cañas para pescar cangrejos. Mucha más gente del barrio se dedicaba también a la pesca. Recordamos al Chaparrete, al Leo y al Nenes, quien tenía un bar con el mismo nombre.

Al final del Paseo de La Zona Franca en dirección mar, a la izquierda, amarraban las barcas, y a la derecha, un poco antes de llegar, quedaba uno de los lagos de agua dulce. Allí el abuelo también cazaba patos. Mucha gente se ahogó allí, pues, aunque no era muy profundo, tenía hoyos. La gente que no sabía nadar, se confiaba y caía.

También había un espigón al final, donde se capturaban muchos cangrejos a los que nosotros llamábamos cabras.  La playa de Can Tunis era de arena muy fina, pero a partir de l’Hospitalet el grano era más grueso.

¿Cuantas barcas tenia tu abuelo?

El abuelo tenía tres barcas. Dos “Chalanas” varadas en la playa de “Lo Tito”, le llamábamos así porque era donde encontrabas a Tito, quien recogía las basuras de todo el resto de embarcaciones. Y otra más grande y con quilla, “El Bote”, que amarraba en “El Muro Colorado”, una zona de aguas tranquilas.

Las Chalanas se usaban para hacer arrastre manual, con una red se adentraban unos metros en la playa, la extendían y desde la orilla se tiraba de ella y se iba acercando el contenido. Se pescaba el xanguet y en la desembocadura del rio la sardineta. “El Bote”, más grande, se usaba mar adentro para pescar melvas y lo que encontraras.

¿Seguís pescando vosotros?

Si, solemos pescar al curri y con caña desde la orilla o con barca, hemos participado en algunos concursos organizados por tiendas especializadas en pesca. De pequeños vivimos mucho el mar y seguimos pescando a menor escala, también nuestro hijos y nietos; somos cuatro generaciones que seguimos lo que aprendimos del abuelo.

¿Cuando llegó el consorcio se acabó la pesca y los pescadores?

Si, y de haber sido un barrio de pescadores nos quedamos pescados en una maraña de diques, edificios, empresas, muelles, etc. Seria fabuloso tener la playa otra vez, pero es inviable. Con la riqueza que generan las instalaciones que nos desplazaron de allí, al menos podrían dedicar algo de sus recursos para la gente del barrio.

FES UN COMENTARI

Please enter your comment!
Please enter your name here

Aquest lloc utilitza Akismet per reduir els comentaris brossa. Apreneu com es processen les dades dels comentaris.